Hoy discutiremos el tema de la hipocresía moralista a la luz de la Palabra de Dios. Muchas veces queremos demostrar que somos moralmente mejores que los demás y no podemos admitir nuestros propios errores pero queremos mostrar a los demás que somos inocentes y puros. Pero Dios conoce los secretos de nuestros corazones, por eso debemos purificarnos delante de Dios.
Los fariseos se consideraban justos, pero en realidad eran malvados e injustos. Por eso Jesús los reprendió y les dijo: «No pueden engañar a Dios, porque él conoce sus corazones».
Los fariseos salían a las calles a orar, y la gente veía cuánto amaban a Dios. Pero sus corazones eran engañosos y explotaban a gente de otras clases de la sociedad. Odiaban a los ladrones, a los malhechores, a los adúlteros y hasta a los recaudadores de impuestos. Pero Dios quiere que le adoremos con un corazón verdadero, no como los fariseos.
Por lo tanto, debemos ser cuidadosos y autoexaminar nuestras propias vidas y actividades. No nos hagamos injustos ante los ojos de Dios tratando de parecer justos.
Queridos amigos, ahora veamos los siguientes pasajes bíblicos que hablan de hipócritas moralistas.

“Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía iniquidad”
— Mateo 23:28

“A unos que confiaban en sí mismos como justos, menospreciaban a los otros, dijo también esta parábola”
— Lucas 18:9

“Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos”
— Mateo 6:1

“¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano”
— Mateo 7:5
“Pero el Señor le dijo: Ahora bien, vosotros los fariseos limpiáis lo de fuera del vaso del plato, pero por dentro estáis llenos de rapacidad de maldad”
— Lucas 11:39

“¿piensas esto, oh hombre, tú que juzgas a los que tal hacen, haces lo mismo, que tú escaparás del juicio de Dios?”
— Romanos 2:3
“¡Ay de vosotros, escribas fariseos, hipócritas! porque limpiáis lo de fuera del vaso del plato, pero por dentro estáis llenos de robo de injusticia”
— Mateo 23:25
“¡Ay de vosotros, escribas fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos de toda inmundicia”
— Mateo 23:27
“En esto, juntándose por millares la multitud, tanto que unos a otros se atropellaban, comenzó a decir a sus discípulos, primeramente: Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía”
— Lucas 12:1

“Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo”
— Romanos 2:1

“¡Ay de vosotros, escribas fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta el eneldo el comino, dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello”
— Mateo 23:23

“Entonces les dijo: Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos delante de los hombres; mas Dios conoce vuestros corazones; porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación”
— Lucas 16:15
“Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo hacedlo; mas no hagáis conforme a sus obras, porque dicen, no hacen”
— Mateo 23:3

“Antes, hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres. Pues ensanchan sus filacterias, extienden los flecos de sus mantos”
— Mateo 23:5

“Mas ¡ay de vosotros, escribas fariseos, hipócritas! porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres; pues ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando”
— Mateo 23:13

“Este pueblo de labios me honraMas su corazón está lejos de mí”
— Mateo 15:8
“Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo”
— Mateo 15:7
“¡Ay de vosotros, escribas fariseos, hipócritas! porque devoráis las casas de las viudas, como pretexto hacéis largas oraciones; por esto recibiréis mayor condenación”
— Mateo 23:14

“Cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa”
— Mateo 6:5

“Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado”
— Isaías 29:13
“El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano”
— Lucas 18:11
“Hay generación limpia en su propia opiniónSi bien no se ha limpiado de su inmundicia”
— Proverbios 30:12
“¡Guías ciegos, que coláis el mosquito, tragáis el camello”
— Mateo 23:24
“He aquí, tú tienes el sobrenombre de judío, te apoyas en la ley, te glorías en Dios”
— Romanos 2:17
“En la cátedra de Moisés se sientan los escribas los fariseos”
— Mateo 23:2

“Pero sed hacedores de la palabra, no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos”
— Santiago 1:22
“Tú, pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú que predicas que no se ha de hurtar, ¿hurtas?”
— Romanos 2:21

“¡Ay de vosotros, escribas fariseos, hipócritas! porque recorréis mar tierra para hacer un prosélito, una vez hecho, le hacéis dos veces más hijo del infierno que vosotros”
— Mateo 23:15
“¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de dentro del vaso del plato, para que también lo de fuera sea limpio”
— Mateo 23:26
“Mas ¡ay de vosotros, fariseos! que diezmáis la menta, la ruda, toda hortaliza, pasáis por alto la justicia el amor de Dios. Esto os era necesario hacer, sin dejar aquello”
— Lucas 11:42

“Que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a estos evita”
— 2 Timoteo 3:5

“Porque el que se cree ser algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña”
— Gálatas 6:3

“Porque ignorando la justicia de Dios, procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios”
— Romanos 10:3

“Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa”
— Mateo 6:16

“Os digo que este descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; el que se humilla será enaltecido”
— Lucas 18:14
“Que dicen: Estate en tu lugar, no te acerques a mí, porque soy más santo que tú; estos son humo en mi furor, fuego que arde todo el día”
— Isaías 65:5

“Profesan conocer a Dios, pero con los hechos lo niegan, siendo abominables rebeldes, reprobados en cuanto a toda buena obra”
— Tito 1:16

“Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, la verdad no está en nosotros”
— 1 Juan 1:8
“Porque atan cargas pesadas difíciles de llevar, las ponen sobre los hombros de los hombres; pero ellos ni con un dedo quieren moverlas”
— Mateo 23:4
“Ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano”
— Lucas 18:12

“Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón”
— 1 Samuel 16:7
“Que me buscan cada día, quieren saber mis caminos, como gente que hubiese hecho justicia, que no hubiese dejado la ley de su Dios; me piden justos juicios, quieren acercarse a Dios”
— Isaías 58:2
“Aborrecí, abominé vuestras solemnidades, no me complaceré en vuestras asambleas”
— Amós 5:21

“¡Ay de vosotros, guías ciegos! que decís: Si alguno jura por el templo, no es nada; pero si alguno jura por el oro del templo, es deudor”
— Mateo 23:16

“El hijo honra al padre, el siervo a su señor. Si, pues, soy yo padre, ¿dónde está mi honra? si soy señor, ¿dónde está mi temor? dice Jehová de los ejércitos a vosotros, oh sacerdotes, que menospreciáis mi nombre. decís: ¿En qué hemos menospreciado tu nombre?”
— Malaquías 1:6
“No fiéis en palabras de mentira, diciendo: Templo de Jehová, templo de Jehová, templo de Jehová es este”
— Jeremías 7:4
“Aman los primeros asientos en las cenas, las primeras sillas en las sinagogas”
— Mateo 23:6
“Vendrán a ti como viene el pueblo, estarán delante de ti como pueblo mío, oirán tus palabras, no las pondrán por obra; antes hacen halagos con sus bocas, el corazón de ellos anda en pos de su avaricia”
— Ezequiel 33:31

“¡Ay de vosotros, escribas fariseos, hipócritas! porque edificáis los sepulcros de los profetas, adornáis los monumentos de los justos”
— Mateo 23:29
“Sus jefes juzgan por cohecho, sus sacerdotes enseñan por precio, sus profetas adivinan por dinero; se apoyan en Jehová, diciendo: ¿No está Jehová entre nosotros? No vendrá mal sobre nosotros”
— Miqueas 3:11
“¡Ay de vosotros, escribas fariseos, hipócritas! que sois como sepulcros que no se ven, los hombres que andan encima no lo saben”
— Lucas 11:44
“No llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos”
— Mateo 23:9
“Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo”
— Mateo 23:10
“Él dijo: ¡Ay de vosotros también, intérpretes de la ley! porque cargáis a los hombres con cargas que no pueden llevar, pero vosotros ni aun con un dedo las tocáis”
— Lucas 11:46
“Tú que dices que no se ha de adulterar, ¿adulteras? Tú que abominas de los ídolos, ¿cometes sacrilegio?”
— Romanos 2:22
“No es buena vuestra jactancia. ¿No sabéis que un poco de levadura leuda toda la masa?”
— 1 Corintios 5:6
“¡Ay de vosotros, fariseos! que amáis las primeras sillas en las sinagogas, las salutaciones en las plazas”
— Lucas 11:43