Analicemos por qué debemos predicar a los incrédulos. Jesús ordenó a sus discípulos predicar el evangelio a las personas del mundo. Hoy, esta obra no es solo para pastores o misioneros, es para todos los que siguen a Jesús.
¿Por qué debemos predicar a los incrédulos? Dios ama a las personas, por eso vino a la tierra como Jesús para la salvación de toda la humanidad. Jesús preparó el camino para la salvación con su sangre y ordenó a sus seguidores que quienes lo sigan recibirán el perdón de sus pecados a través de su sangre. La Biblia dice que se necesita sangre para el perdón de los pecados y el Señor Jesús derramó esa sangre en la cruz.
Por lo tanto, cada creyente debe contarle a la humanidad acerca de esta salvación para que ellos también puedan ser salvos. La Biblia dice que todos hemos pecado y estamos destituidos de la gloria de Dios, por lo que somos justificados y salvos por la sangre de Jesús.
Queridos amigos, ahora veamos los siguientes pasajes bíblicos que hablan sobre predicar a los incrédulos.

“Por tanto, id, haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo”
— Mateo 28:19

“Les dijo: Id por todo el mundo predicad el evangelio a toda criatura”
— Marcos 16:15

“Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, hasta lo último de la tierra”
— Hechos 1:8

“¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿cómo oirán sin haber quien les predique?”
— Romanos 10:14

“Que prediques la palabra; que instes a tiempo fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia doctrina”
— 2 Timoteo 4:2

“Sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros”
— 1 Pedro 3:15

“Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”
— Mateo 5:16

“Andad sabiamente para con los de afuera, redimiendo el tiempo. Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno”
— Colosenses 4:5-6

“Me he hecho débil a los débiles, para ganar a los débiles; a todos me he hecho de todo, para que de todos modos salve a algunos”
— 1 Corintios 9:22

“Porque así nos ha mandado el Señor, diciendoTe he puesto para luz de los gentilesA fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra”
— Hechos 13:47

“Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío”
— Juan 20:21

“Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios”
— 2 Corintios 5:20

“Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, también al griego”
— Romanos 1:16
“Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíobreros a su mies”
— Mateo 9:37-38

“Que se predicase en su nombre el arrepentimiento el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén”
— Lucas 24:47

“A quien anunciamos, amonestando a todo hombre, enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre”
— Colosenses 1:28

“Sino que según fuimos aprobados por Dios para que se nos confiase el evangelio, así hablamos; no como para agradar a los hombres, sino a Dios, que prueba nuestros corazones”
— 1 Tesalonicenses 2:4

“Pues no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio; no con sabiduría de palabras, para que no se haga vana la cruz de Cristo”
— 1 Corintios 1:17

“De esta manera me esforcé a predicar el evangelio, no donde Cristo ya hubiese sido nombrado, para no edificar sobre fundamento ajeno”
— Romanos 15:20
“Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, a nosotros como vuestros siervos por amor de Jesús”
— 2 Corintios 4:5
“¿Qué, pues? Que no obstante, de todas maneras, o por pretexto o por verdad, Cristo es anunciado; en esto me gozo, me gozaré aún”
— Filipenses 1:18

“El cual quiere que todos los hombres sean salvos vengan al conocimiento de la verdad”
— 1 Timoteo 2:4
“Nosotros hemos visto testificamos que el Padre ha enviado al Hijo, el Salvador del mundo”
— 1 Juan 4:14
“Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo”
— Juan 17:18
“Nos mandó que predicásemos al pueblo, testificásemos que él es el que Dios ha puesto por Juez de vivos muertos”
— Hechos 10:42
“Por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio, por el cual soy embajador en cadenas; que con denuedo hable de él, como debo hablar”
— Efesios 6:19-20

“Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres”
— Tito 2:11

“Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan”
— Hechos 17:30

“Todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, nos dio el ministerio de la reconciliación”
— 2 Corintios 5:18

“Porque el Hijo del Hombre vino a buscar a salvar lo que se había perdido”
— Lucas 19:10

“Así que la fe es por el oír, el oír, por la palabra de Dios”
— Romanos 10:17
“Es necesario que el evangelio sea predicado antes a todas las naciones”
— Marcos 13:10
“Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano”
— 1 Corintios 15:1-2

“Jesús le dijo: Yo soy el camino, la verdad, la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”
— Juan 14:6

“Por cuanto todos pecaron, están destituidos de la gloria de Dios”
— Romanos 3:23

“Será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; entonces vendrá el fin”
— Mateo 24:14
“Porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto oído”
— Hechos 4:20

“Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros”
— 2 Timoteo 2:2
“Sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, cubrirá multitud de pecados”
— Santiago 5:20
“Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, a este crucificado”
— 1 Corintios 2:2

“Porque serás testigo suyo a todos los hombres, de lo que has visto oído”
— Hechos 22:15

“El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento”
— 2 Pedro 3:9

“Palabra fiel digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero”
— 1 Timoteo 1:15

“¿No decís vosotros: Aún faltan cuatro meses para que llegue la siega? He aquí os digo: Alzad vuestros ojos mirad los campos, porque ya están blancos para la siega”
— Juan 4:35
“Yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado. Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia”
— Mateo 10:7-8

“Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”
— Romanos 6:23

“Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente”
— Lucas 15:10

“Esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, cree en él, tenga vida eterna; yo le resucitaré en el día postrero”
— Juan 6:40
“Para que seáis irreprensibles sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo; asidos de la palabra de vida, para que en el día de Cristo yo pueda gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado”
— Filipenses 2:15-16

“La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos himnos cánticos espirituales”
— Colosenses 3:16
“A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me fue dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo”
— Efesios 3:8

“De hacer bien de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios”
— Hebreos 13:16

“Lo que hemos visto oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, con su Hijo Jesucristo”
— 1 Juan 1:3

“No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos”
— Gálatas 6:9