La mayor de todas las promesas de Dios es la del cielo, que nos hace felices. Para comprenderla, necesitamos creer en la Palabra de Dios. El cielo es un lugar donde el pueblo justo de Dios vivirá con Él para siempre. La Biblia dice que no habrá dolor, sufrimiento ni lágrimas en el cielo. La seguridad del cielo nos da la fuerza para soportar todos los sufrimientos de este mundo, porque sabemos que las alegrías del cielo no son nada comparadas con estos sufrimientos.
Para comprender el cielo, necesitamos aprender de Jesús. Él les dijo a sus discípulos que prepararía un lugar en la casa de su Padre y que, a su regreso, los llevaría allí. Él demostró el cielo con su muerte y resurrección. Demostró que después de la muerte, así como él vivió, viviremos de la misma manera. Cuando pensamos en el cielo, entendemos que nuestro paso por esta tierra es temporal y que nuestro verdadero hogar es el cielo.
Somos ciudadanos del cielo, por lo que debemos vivir de una manera que glorifique a Dios. Como seguidores de Jesús, debemos amar a las personas del mundo y compartir sus enseñanzas con ellas. Debemos vivir de una manera que honre a Dios y atraiga a otros hacia Él.
Como creyentes, debemos aferrarnos a la esperanza del cielo, ya que guiará nuestra mente y nuestras acciones. Incluso cuando enfrentamos los momentos más difíciles de la vida, la esperanza del cielo nos animará a permanecer firmes en nuestra fe. Así, nos haremos merecedores de entrar al cielo viviendo una vida recta en este mundo.
Ahora, veamos los siguientes versículos bíblicos sobre la esperanza del cielo.

“En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros”
— Juan 14:2

“Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo”
— Filipenses 3:20

“Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron”
— Apocalipsis 21:4
“Para una herencia incorruptible, incontaminada inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros”
— 1 Pedro 1:4

“Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, así estaremos siempre con el Señor”
— 1 Tesalonicenses 4:17

“Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos”
— 2 Corintios 5:1

“Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse”
— Romanos 8:18
“No habrá allí más noche; no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará; reinarán por los siglos de los siglos”
— Apocalipsis 22:5
“Pero anhelaban una mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad”
— Hebreos 11:16

“Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra”
— Colosenses 3:1-2

“Gozaos alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros”
— Mateo 5:12

“Antes bien, como está escritoCosas que ojo no vio, ni oído oyóNi han subido en corazón de hombreSon las que Dios ha preparado para los que le aman”
— 1 Corintios 2:9

“Después de esto miré, he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones tribus pueblos lenguas, que estaban delante del trono en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, con palmas en las manos”
— Apocalipsis 7:9

“Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso”
— Lucas 23:43

“Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; no solo a mí, sino también a todos los que aman su venida”
— 2 Timoteo 4:8

“Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, me he sentado con mi Padre en su trono”
— Apocalipsis 3:21

“Amados, ahora somos hijos de Dios, aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es”
— 1 Juan 3:2

“Por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios”
— Romanos 5:2
“Sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, donde ladrones no minan ni hurtan”
— Mateo 6:20

“Sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles”
— Hebreos 12:22
“Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo”
— Juan 17:24
“Juntamente con él nos resucitó, asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús”
— Efesios 2:6

“Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos tierra nueva, en los cuales mora la justicia”
— 2 Pedro 3:13

“Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, dalo a los pobres, tendrás tesoro en el cielo; ven sígueme”
— Mateo 19:21

“Me mostrarás la senda de la vidaEn tu presencia hay plenitud de gozoDelicias a tu diestra para siempre”
— Salmos 16:11

“Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, para entrar por las puertas en la ciudad”
— Apocalipsis 22:14

“Destruirá a la muerte para siempre; enjugará Jehová el Señor toda lágrima de todos los rostros; quitará la afrenta de su pueblo de toda la tierra; porque Jehová lo ha dicho”
— Isaías 25:8
“Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo, quien murió por nosotros para que ya sea que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con él”
— 1 Tesalonicenses 5:9-10

“No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero”
— Apocalipsis 21:27

“Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor”
— Filipenses 1:23
“Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo”
— Mateo 25:34

“Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”
— Romanos 6:23
“Porque de los presos también os compadecisteis, el despojo de vuestros bienes sufristeis con gozo, sabiendo que tenéis en vosotros una mejor perdurable herencia en los cielos”
— Hebreos 10:34

“Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos”
— 1 Timoteo 6:12
“Nos has hecho para nuestro Dios reyes sacerdotes, reinaremos sobre la tierra”
— Apocalipsis 5:10
“Me has guiado según tu consejoY después me recibirás en gloria”
— Salmos 73:24

“Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente eterno peso de gloria”
— 2 Corintios 4:17

“Os encargábamos que anduvieseis como es digno de Dios, que os llamó a su reino gloria”
— 1 Tesalonicenses 2:12

“Vended lo que poseéis, dad limosna; haceos bolsas que no se envejezcan, tesoro en los cielos que no se agote, donde ladrón no llega, ni polilla destruye”
— Lucas 12:33
“Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga”
— Mateo 13:43
“Cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria”
— 1 Pedro 5:4

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”
— Juan 3:16

“A causa de la esperanza que os está guardada en los cielos, de la cual ya habéis oído por la palabra verdadera del evangelio”
— Colosenses 1:5

“Porque he aquí que yo crearé nuevos cielos nueva tierra; de lo primero no habrá memoria, ni más vendrá al pensamiento”
— Isaías 65:17

“Ciertamente el bien la misericordia me seguirán todos los días de mi vidaY en la casa de Jehová moraré por largos días”
— Salmos 23:6

“La cual tenemos como segura firme ancla del alma, que penetra hasta dentro del velo”
— Hebreos 6:19

“Vi un cielo nuevo una tierra nueva; porque el primer cielo la primera tierra pasaron, el mar ya no existía más”
— Apocalipsis 21:1
“Gozaos en aquel día, alegraos, porque he aquí vuestro galardón es grande en los cielos; porque así hacían sus padres con los profetas”
— Lucas 6:23

“Así como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial”
— 1 Corintios 15:49

“El cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas”
— Filipenses 3:21