Sufrimos cuando perdemos cosas materiales. Muchas veces en la vida, nos encontramos con situaciones en las que perdemos cosas que amamos profundamente. Si vivimos por la gracia y la fe de Dios, podemos aceptar estas pérdidas fácilmente.
Las cosas materiales son temporales y nunca nos darán la verdadera felicidad. El Señor nos hace conscientes a través de su Palabra de que nuestra verdadera riqueza no está en las posesiones terrenales, sino en las bendiciones divinas, que son eternas. Esto nos ayuda a reconocer nuestra verdadera riqueza y nos guía a vivir de acuerdo con ellas.
En la vida de Job, vemos que, al ser probado por Dios, perdió sus riquezas, sus hijos e incluso su salud. Sufrió mucho, pero nunca maldijo a Dios. Dijo: «El Señor me lo dio todo, y el Señor me lo quitó todo». De esto, vemos qué actitud debemos tener hacia Dios cuando enfrentamos pérdidas mundanas.
En otro caso, vemos que un joven rico le preguntó a Jesús cómo podía heredar la vida eterna. Jesús le dijo que vendiera todas sus posesiones y las diera a los pobres. Entonces el joven se fue triste porque tenía muchas posesiones. Esta historia nos enseña que el exceso de riquezas mundanas es un peligro para nuestra vida eterna. Las riquezas mundanas nos impiden seguir la voluntad de Dios.
Entonces, ¿no deberíamos aceptar las riquezas mundanas? En este sentido, Jesús nos dice que busquemos el reino de Dios y su justicia. Si lo hacemos, Dios proveerá para todas nuestras necesidades. Esto nos permitirá depender completamente de Dios y no lamentarnos por las pérdidas mundanas.
Ahora veamos los siguientes versículos bíblicos que hablan sobre la pérdida de bienes materiales.
“No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla el orín corrompen, donde ladrones minan hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón”
— Mateo 6:19-21
“Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré”
— Hebreos 13:5
“Dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, desnudo volveré allá. Jehová dio, Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito”
— Job 1:21
“El que confía en sus riquezas caeráMas los justos reverdecerán como ramas”
— Proverbios 11:28
“Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno amará al otro, o estimará al uno menospreciará al otro. No podéis servir a Dios a las riquezas”
— Mateo 6:24
“Porque nada hemos traído a este mundo, sin duda nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento abrigo, estemos contentos con esto”
— 1 Timoteo 6:7-8
“Les dijo: Mirad, guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee”
— Lucas 12:15
“El que ama el dinero, no se saciará de dinero; el que ama el mucho tener, no sacará fruto. También esto es vanidad”
— Eclesiastés 5:10
“Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, dalo a los pobres, tendrás tesoro en el cielo; ven sígueme”
— Mateo 19:21
“Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, perdiere su alma?”
— Marcos 8:36
“No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. el mundo pasa, sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre”
— 1 Juan 2:15-17
“Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno amará al otro, o estimará al uno menospreciará al otro. No podéis servir a Dios a las riquezas”
— Lucas 16:13
“¡Vamos ahora, ricos! Llorad aullad por las miserias que os vendrán. Vuestras riquezas están podridas, vuestras ropas están comidas de polilla. Vuestro oro plata están enmohecidos; su moho testificará contra vosotros, devorará del todo vuestras carnes como fuego. Habéis acumulado tesoros para los días postreros”
— Santiago 5:1-3
“Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra”
— Colosenses 3:2
“No te afanes por hacerte ricoSé prudente, desiste¿Has de poner tus ojos en las riquezas, siendo ningunas?Porque se harán alasComo alas de águila, volarán al cielo”
— Proverbios 23:4-5
“Mas buscad primeramente el reino de Dios su justicia, todas estas cosas os serán añadidas”
— Mateo 6:33
“Vended lo que poseéis, dad limosna; haceos bolsas que no se envejezcan, tesoro en los cielos que no se agote, donde ladrón no llega, ni polilla destruye. Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón”
— Lucas 12:33-34
“A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos. Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos; atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano de la vida eterna”
— 1 Timoteo 6:17-19
“Pues verá que aun los sabios muerenQue perecen del mismo modo que el insensato el necioY dejan a otros sus riquezasSu íntimo pensamiento es que sus casas serán eternasY sus habitaciones para generación generaciónDan sus nombres a sus tierrasMas el hombre no permanecerá en honraEs semejante a las bestias que perecen”
— Salmos 49:10-12
“Se apresura a ser rico el avaroY no sabe que le ha de venir pobreza”
— Proverbios 28:22
“No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, sé tener abundancia; en todo por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad”
— Filipenses 4:11-12
“Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación lazo, en muchas codicias necias dañosas, que hunden a los hombres en destrucción perdición; porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, fueron traspasados de muchos dolores”
— 1 Timoteo 6:9-10
“Las riquezas de vanidad disminuiránPero el que recoge con mano laboriosa las aumenta”
— Proverbios 13:11
“Más vale un puño lleno con descanso, que ambos puños llenos con trabajo aflicción de espíritu”
— Eclesiastés 4:6
“El que fue sembrado entre espinos, este es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo el engaño de las riquezas ahogan la palabra, se hace infructuosa”
— Mateo 13:22
“Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo”
— Lucas 14:33