Hablaremos sobre cómo podemos ser liberados de nuestras cadenas mediante el poder de Dios. Dios libera a sus hijos de las cadenas físicas y espirituales. Porque nos ama, nos libera de todas las cadenas del diablo con su infinito poder.
Pablo y Silas nos enseñan cómo Dios nos libera de todas las cadenas. Cantaron y oraron a Dios, y gracias a su fe, Dios los liberó de sus cadenas. Un terremoto rompió las cadenas y abrió las puertas de la prisión. De esto, podemos aprender que, sin importar cuán difícil sea la situación, Dios puede liberarnos de todas las cadenas y hacernos libres.
Otro ejemplo en la Biblia es cuando Dios liberó a los israelitas de las cadenas de Egipto. Después de cuatrocientos años de esclavitud en Egipto, cuando los israelitas clamaron a Dios y oraron, Dios los liberó por medio de Moisés. Esta historia nos enseña que Dios escucha nuestras oraciones y que su tiempo es perfecto. Él quiere lo mejor para nosotros, y cuando nos sometemos a Él, nos eleva.
Por otro lado, las cadenas espirituales son más fuertes que las físicas. Nos oprimen con el pecado y la culpa, lo que nos obliga a vivir en un estado de desesperanza. Jesús nos libera de estas cadenas con su preciosa sangre. Cuando aceptamos a Jesús como nuestro Salvador, somos liberados de las cadenas del pecado y tenemos una nueva vida.
Debemos recordar que el poder de Dios es mayor que cualquier cadena que nos ate. Él siempre quiere romper estas cadenas en nuestras vidas y liberarnos. Solo tenemos que confiar en Él y obedecer sus mandamientos. Si lo hacemos, podremos vivir en libertad.
Queridos amigos, veamos ahora los siguientes versículos bíblicos que hablan sobre ser libres de cadenas.
“Los sacó de las tinieblas de la sombra de muerteY rompió sus prisiones”
— Salmos 107:14
“Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud”
— Gálatas 5:1
“Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado de la muerte”
— Romanos 8:2
“Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres”
— Juan 8:36
“El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, a los presos apertura de la cárcel”
— Isaías 61:1
“Porque el Señor es el Espíritu; donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad”
— 2 Corintios 3:17
“Que hace justicia a los agraviadosQue da pan a los hambrientosJehová liberta a los cautivos”
— Salmos 146:7
“He aquí que se presentó un ángel del Señor, una luz resplandeció en la cárcel; tocando a Pedro en el costado, le despertó, diciendo: Levántate pronto. las cadenas se le cayeron de las manos”
— Hechos 12:7
“El Espíritu del Señor está sobre míPor cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobresMe ha enviado a sanar a los quebrantados de corazónA pregonar libertad a los cautivosY vista a los ciegosA poner en libertad a los oprimidos”
— Lucas 4:18
“¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, dejar ir libres a los quebrantados, que rompáis todo yugo?”
— Isaías 58:6
“Oh Jehová, ciertamente yo soy tu siervoSiervo tuyo soy, hijo de tu siervaTú has roto mis prisiones”
— Salmos 116:16
“Ahora yo te he soltado hoy de las cadenas que tenías en tus manos. Si te parece bien venir conmigo a Babilonia, ven, yo velaré por ti; pero si no te parece bien venir conmigo a Babilonia, déjalo. Mira, toda la tierra está delante de ti; ve a donde mejor más cómodo te parezca ir”
— Jeremías 40:4
“Entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían; al instante se abrieron todas las puertas, las cadenas de todos se soltaron”
— Hechos 16:26
“Librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre”
— Hebreos 2:15
“El cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, trasladado al reino de su amado Hijo”
— Colosenses 1:13
“Mas ahora que habéis sido libertados del pecado hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, como fin, la vida eterna”
— Romanos 6:22
“En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia”
— Efesios 1:7
“Conoceréis la verdad, la verdad os hará libres”
— Juan 8:32
“Para que abras los ojos de los ciegos, para que saques de la cárcel a los presos, de casas de prisión a los que moran en tinieblas”
— Isaías 42:7
“Dios hace habitar en familia a los desamparadosSaca a los cautivos a prosperidadMas los rebeldes habitan en tierra seca”
— Salmos 68:6
“Venid a mí todos los que estáis trabajados cargados, yo os haré descansar”
— Mateo 11:28
“Como libres, pero no como los que tienen la libertad como pretexto para hacer lo malo, sino como siervos de Dios”
— 1 Pedro 2:16
“Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros”
— Gálatas 5:13
“Libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia”
— Romanos 6:18
“Busqué a Jehová, él me oyóme libró de todos mis temores”
— Salmos 34:4
“Escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él”
— 2 Timoteo 2:26
“Para que digas a los presos: Salid; a los que están en tinieblas: Mostraos. En los caminos serán apacentados, en todas las alturas tendrán sus pastos”
— Isaías 49:9
“Prenderán al impío sus propias iniquidadesY retenido será con las cuerdas de su pecado”
— Proverbios 5:22
“Llegue delante de ti el gemido de los presosConforme a la grandeza de tu brazo preserva a los sentenciados a muerte”
— Salmos 79:11
“Tú también por la sangre de tu pacto serás salva; yo he sacado tus presos de la cisterna en que no hay agua”
— Zacarías 9:11
“Porque el que en el Señor fue llamado siendo esclavo, liberto es del Señor; asimismo el que fue llamado siendo libre, esclavo es de Cristo”
— 1 Corintios 7:22
“Por tanto, así ha dicho Jehová: Vosotros no me habéis oído para promulgar cada uno libertad a su hermano, cada uno a su compañero; he aquí que yo promulgo libertad, dice Jehová, a la espada a la pestilencia al hambre; os pondré por afrenta ante todos los reinos de la tierra”
— Jeremías 34:17
“Me sacó a lugar espaciosoMe libró, porque se agradó de mí”
— Salmos 18:19
“Por tanto, dirás a los hijos de Israel: Yo soy JEHOVÁ; yo os sacaré de debajo de las tareas pesadas de Egipto, os libraré de su servidumbre, os redimiré con brazo extendido, con juicios grandes”
— Éxodo 6:6
“Si estuvieren prendidos en grillosY aprisionados en las cuerdas de aflicción”
— Job 36:8
“No me entregaste en mano del enemigoPusiste mis pies en lugar espacioso”
— Salmos 31:8
“Yo Jehová vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto, para que no fueseis sus siervos, rompí las coyundas de vuestro yugo, os he hecho andar con el rostro erguido”
— Levítico 26:13
“Yo lo desperté en justicia, enderezaré todos sus caminos; él edificará mi ciudad, soltará mis cautivos, no por precio ni por dones, dice Jehová de los ejércitos”
— Isaías 45:13
“Subirá el que abre caminos delante de ellos; abrirán camino pasarán la puerta, saldrán por ella; su rey pasará delante de ellos, a la cabeza de ellos Jehová”
— Miqueas 2:13
“Para oír el gemido de los presosPara soltar a los sentenciados a muerte”
— Salmos 102:20
“Pero una vez que tenían paz, volvían a hacer lo malo delante de ti, por lo cual los abandonaste en mano de sus enemigos que los dominaron; pero volvían clamaban otra vez a ti, tú desde los cielos los oías según tus misericordias muchas veces los libraste”
— Nehemías 9:28
“El árbol del campo dará su fruto, la tierra dará su fruto, estarán sobre su tierra con seguridad; sabrán que yo soy Jehová, cuando rompa las coyundas de su yugo, los libre de mano de los que se sirven de ellos”
— Ezequiel 34:27
“Para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados herencia entre los santificados”
— Hechos 26:18
“El preso agobiado será libertado pronto; no morirá en la mazmorra, ni le faltará su pan”
— Isaías 51:14
“Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero)”
— Gálatas 3:13
“De Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, nos lavó de nuestros pecados con su sangre”
— Apocalipsis 1:5
“Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación”
— Efesios 2:14
“¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?”
— Romanos 7:24
“Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante su propia sangre, padeció fuera de la puerta”
— Hebreos 13:12