Hoy hablaremos sobre los deseos mundanos. A cada momento, enfrentamos tentaciones que nos desvían de la justicia. Cuando buscamos satisfacerlos, a menudo pecamos y nos alejamos de Dios. La Palabra de Dios nos advierte y nos explica detalladamente los peligros de la tentación.
La búsqueda de riquezas, poder o placeres son diversos deseos mundanos. Inicialmente nos traen alegría, pero luego nos distraen y nos dañan. La Palabra de Dios nos advierte y nos instruye a guardar nuestro corazón, manteniéndonos alejados de todas estas tentaciones.
Si observamos la vida del rey Salomón, vemos que fue bendecido con sabiduría y riquezas. Pero no pudo guardar su corazón y se dejó llevar por los deseos mundanos. Se casó con muchas mujeres, acumuló grandes riquezas y fue adicto a la idolatría. De su vida, podemos aprender que los deseos mundanos nos harán caer si no ponemos a Dios en primer lugar.
La Biblia nos manda a alejarnos de las cosas mundanas y enfocarnos en las divinas. Nos enseña a recorrer el camino de la vida con la mirada puesta en Jesús, renovando nuestra mente. Cuando seguimos la guía de Dios y vivimos una vida de oración, podemos resistir la tentación.
Si somos amigos del mundo, somos enemigos de Dios. Estamos llamados a estar en este mundo, pero no somos residentes permanentes de él. Esto significa que viviremos una vida que revelará más de lo divino que de lo mundano.
Ahora veamos los siguientes pasajes bíblicos que hablan sobre los deseos mundanos.

“No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. el mundo pasa, sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre”
— 1 Juan 2:15-17

“¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios”
— Santiago 4:4

“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable perfecta”
— Romanos 12:2

“Digo, pues: Andad en el Espíritu, no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, el del Espíritu es contra la carne; estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis”
— Gálatas 5:16-17

“Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno amará al otro, o estimará al uno menospreciará al otro. No podéis servir a Dios a las riquezas”
— Mateo 6:24

“Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra”
— Colosenses 3:2

“Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación lazo, en muchas codicias necias dañosas, que hunden a los hombres en destrucción perdición; porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, fueron traspasados de muchos dolores”
— 1 Timoteo 6:9-10

“Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa piadosamente”
— Tito 2:11-12

“Amados, yo os ruego como a extranjeros peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma”
— 1 Pedro 2:11

“El Seol el Abadón nunca se sacianAsí los ojos del hombre nunca están satisfechos”
— Proverbios 27:20

“Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo”
— 1 Juan 2:16

“Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?”
— Mateo 16:26

“No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar”
— 1 Corintios 10:13

“A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos”
— 1 Timoteo 6:17

“En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos”
— Efesios 4:22
“Sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte”
— Santiago 1:14-15

“Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré”
— Hebreos 13:5

“Pero los afanes de este siglo, el engaño de las riquezas, las codicias de otras cosas, entran ahogan la palabra, se hace infructuosa”
— Marcos 4:19

“Les dijo: Mirad, guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee”
— Lucas 12:15

“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”
— Filipenses 4:8

“Huye también de las pasiones juveniles, sigue la justicia, la fe, el amor la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor”
— 2 Timoteo 2:22

“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”
— 2 Corintios 5:17

“Sino vestíos del Señor Jesucristo, no proveáis para los deseos de la carne”
— Romanos 13:14

“El que fue sembrado entre espinos, este es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo el engaño de las riquezas ahogan la palabra, se hace infructuosa”
— Mateo 13:22

“Por medio de las cuales nos ha dado preciosas grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia”
— 2 Pedro 1:4

“El que ama el dinero, no se saciará de dinero; el que ama el mucho tener, no sacará fruto. También esto es vanidad”
— Eclesiastés 5:10
“Inclina mi corazón a tus testimoniosY no a la avaricia”
— Salmos 119:36

“Alborota su casa el codiciosoMas el que aborrece el soborno vivirá”
— Proverbios 15:27

“Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna”
— 1 Corintios 6:12
“Porque por ahí andan muchos, de los cuales os dije muchas veces, aun ahora lo digo llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo; el fin de los cuales será perdición, cuyo dios es el vientre, cuya gloria es su vergüenza; que solo piensan en lo terrenal”
— Filipenses 3:18-19

“Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones deseos”
— Gálatas 5:24

“¿De dónde vienen las guerras los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros?”
— Santiago 4:1

“Entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne de los pensamientos, éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás”
— Efesios 2:3

“Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu”
— Romanos 8:5

“Absteneos de toda especie de mal”
— 1 Tesalonicenses 5:22
“Pues hablando palabras infladas vanas, seducen con concupiscencias de la carne disoluciones a los que verdaderamente habían huido de los que viven en error. Les prometen libertad, son ellos mismos esclavos de corrupción. Porque el que es vencido por alguno es hecho esclavo del que lo venció”
— 2 Pedro 2:18-19

“Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos avaricia, que es idolatría”
— Colosenses 3:5
“Para no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las concupiscencias de los hombres, sino conforme a la voluntad de Dios”
— 1 Pedro 4:2

“Hijitos, guardaos de los ídolos. Amén”
— 1 Juan 5:21

“Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón”
— Mateo 5:28
“La que cayó entre espinos, estos son los que oyen, pero éndose, son ahogados por los afanes las riquezas los placeres de la vida, no llevan fruto”
— Lucas 8:14

“No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias”
— Romanos 6:12
“También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a estos evita”
— 2 Timoteo 3:1-5

“Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna”
— Gálatas 6:8

“¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti?fuera de ti nada deseo en la tierra”
— Salmos 73:25
“Miré todas las obras que se hacen debajo del sol; he aquí, todo ello es vanidad aflicción de espíritu”
— Eclesiastés 1:14
“Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores a doctrinas de demonios; por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia”
— 1 Timoteo 4:1-2

“Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, tú te enseñorearás de él”
— Génesis 4:7
“Nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido”
— 1 Corintios 2:12
“Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece”
— Juan 15:19

“No mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas”
— 2 Corintios 4:18

“Porque Demas me ha desamparado, amando este mundo, se ha ido a Tesalónica. Crescente fue a Galacia, Tito a Dalmacia”
— 2 Timoteo 4:10

“No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿qué comunión la luz con las tinieblas?”
— 2 Corintios 6:14
“Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén”
— Romanos 1:24-25

“Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo de Dios”
— Efesios 5:5

“El que confía en sus riquezas caeráMas los justos reverdecerán como ramas”
— Proverbios 11:28
“Si puse en el oro mi esperanzaY dije al oro: Mi confianza eres túSi me alegré de que mis riquezas se multiplicasenY de que mi mano hallase muchoSi he mirado al sol cuando resplandecíaO a la luna cuando iba hermosaY mi corazón se engañó en secretoY mi boca besó mi manoEsto también sería maldad juzgadaPorque habría negado al Dios soberano”
— Job 31:24-28
“¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente, comed del bien, se deleitará vuestra alma con grosura”
— Isaías 55:2

“Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, amar misericordia, humillarte ante tu Dios”
— Miqueas 6:8

“Porque mientras estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas que eran por la ley obraban en nuestros miembros llevando fruto para muerte”
— Romanos 7:5

“Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios”
— 2 Corintios 7:1
“Yo les he dado tu palabra; el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo”
— Juan 17:14
“De los hombres con tu mano, oh JehováDe los hombres mundanos, cuya porción la tienen en esta vidaY cuyo vientre está lleno de tu tesoroSacian a sus hijosY aun sobra para sus pequeñuelos”
— Salmos 17:14
“Manteniendo la fe buena conciencia, desechando la cual naufragaron en cuanto a la fe algunos”
— 1 Timoteo 1:19
“Habéis vivido en deleites sobre la tierra, sido disolutos; habéis engordado vuestros corazones como en día de matanza”
— Santiago 5:5

“Engañoso es el corazón más que todas las cosas, perverso; ¿quién lo conocerá?”
— Jeremías 17:9